ACNUR

Cuando Snyre llegó a Argentina desde Haití no sabía mucho sobre programación. Cuatro años más tarde, gracias a su esfuerzo y a un taller virtual patrocinado por la Agencia de la ONU para los Refugiados, el lenguaje de la tecnología, como JavaScript, HTML o CSS, le ha permitido proyectarse como desarrolladora.

En 12 años de conflicto, unos 5,7 millones de personas sirias han encontrado seguridad en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto, todos países vecinos. De ellos, casi dos millones son niñas y niños. Un tercio tiene 11 años o menos y nunca ha pisado el país o no tiene ningún recuerdo de Siria. ACNUR les ha pedido a algunas de estas niñas y niños que dibujen lo que Siria significa para ellas y ellos.

Tres minutos que cuentan la historia de María, una madre obligada a dejar atrás a sus hijos para protegerlos.

Un programa de ACNUR brinda a varias refugiadas en Ecuador la oportunidad de regresar a la danza y de canalizar los sentimientos y traumas del desplazamiento a través del arte y el movimiento. ¿Pero cómo? Gracias a una serie de talleres que les ayudan a superar el sentimiento de estar lejos de casa.

ONU para Refugiados y la red social TikTok acaban de lanzar una campaña musical que promueve la solidaridad con las personas refugiadas en todo el mundo.

Hoy Keyri tiene un centro de belleza que quiere ampliar y así ayudar a otras personas.

El impacto humano y el sufrimiento que está causando la guerra en Ucrania son espeluznantes. En el lanzamiento del Plan Regional de Respuesta para los Refugiados (en) de este país, ACNUR y sus socios piden $1.850 millones para apoyar a los 8,3 millones de refugiados que se prevé podrán llegar a países vecinos, como Hungría, la República de Moldavia, Polonia o Eslovaquia.

Gracias al trabajo del PNUD, ACNUR y el gobierno ecuatoriano, las y los emprendedores de este país tienen a su disposición una novedosa plataforma virtual con herramientas para el desarrollo de sus negocios.

Hace dos años Lucetti, indígena warao, tuvo que abandonar su hogar en el delta del Río Orinoco en Venezuela. Al llegar a un asentamiento al norte de Brasil, y viendo su precario estado, se puso a trabajar para mejorar el día a día de las familias warao que residen allí. Brasil acoge a más de 300.000 refugiados y migrantes de Venezuela que han huido de la inseguridad y la escasez.

En lugar de celebrar el mes sagrado musulmán, muchas personas en Oriente Medio y el Norte de África luchan por sobrevivir en medio de grandes dificultades económicas y elevados precios de los alimentos.

Leo Medina era un adolescente cuando recibió su diagnóstico: esquizofrenia. Fue en Venezuela, a finales de la década de 1990, cuando la nación sudamericana era un centro de la industria del gas y del petróleo, y había disponibilidad de productos importados; entre ellos, los medicamentos que Leo necesita para controlar su trastorno mental.

Pronto sanarán las llagas que Mariana tiene en las piernas a causa de las botas que usó en su extenuante travesía por la selva del Tapón del Darién, en la frontera entre Panamá y Colombia. Lo que tardará más en desaparecer son las heridas invisibles que le dejó la horrenda experiencia que vivió en esas montañas cubiertas de selva tropical.

En su reciente visita al país, Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, nos recuerda que se debe seguir brindando un apoyo sostenible a

ONU Refugiados y Ukrposhta, el servicio postal ucraniano, han puesto en marcha un programa de ayuda en efectivo que llegará a 360.000 desplazados en el país. El programa aportará 2.220 grivnas ucranianas (unos $74,47) por persona al mes, durante tres meses. Los beneficiados podrán recoger el dinero en efectivo a través de las sucursales de Ukrposhta en Ucrania. 

Natali huyó con su hija y con sus dos nietos. Cuando llegó a Italia, habló con personal de ACNUR sobre sus temores y sobre el futuro de su país, ahora en guerra.