Anna (Revisora del Servicio de Actas Literales)

¿Qué te motivó a convertirte en profesional lingüística de las Naciones Unidas?

Cuando estudiaba en la Escuela de Traducción e Interpretación de Conferencias de San Petersburgo, fueron fuente de inspiración para mí los traductores e intérpretes de las Naciones Unidas que impartían talleres especiíficos como parte de la colaboración con la y compartían con nosotros su experiencia en una organización tan noble. Mi objetivo era aprender de los mejores, crecer como profesional y desarrollar mis aptitudes, y las Naciones Unidas son el lugar ideal y la cima de la profesión, tanto para una traductora como para una revisora. Tengo la gran fortuna de pertenecer a una organización que está al servicio del mundo y de poder hacer una humilde contribución a su causa en el Servicio de Actas Literales.

¿En qué se diferencia el trabajo en las Naciones Unidas de tus trabajos anteriores?

Aunque traducir, revisar e interpretar siempre son trabajos muy exigentes, en las Naciones Unidas  conllevan una responsabilidad y un impacto adicionales ya que prestamos servicios al principal foro mundial donde los países tratan los grandes asuntos internacionales. Los textos que traducimos o revisamos van a ser leídos por diplomáticos y expertos en diversos campos, y hay que garantizar la mejor calidad posible. Las Naciones Unidas son también un lugar único para trabajar, ya que permiten conocer diferentes culturas y mentalidades y brindan la oportunidad inestimable de trabajar con colegas de todo el mundo. El compañerismo y la multiculturalidad ofrecen una experiencia de riqueza inigualable.

¿Cuáles consideras que son las características clave de una buena revisora de actas literales?

Trabajar como revisora en el Servicio de Actas Literales de las Naciones Unidas es un desafío constante. Para estar a la altura, tenemos que desarrollar permanentemente nuestras aptitudes y nuestro conocimiento de los temas que interesan a las Naciones Unidas, que son muy diversos. Básicamente, nunca dejamos de aprender algo nuevo y esa es una de las cosas que más me gustan de nuestro trabajo. Trabajar en el Servicio de Actas Literales también requiere mucha disciplina y dedicación. Para producir actas oficiales de las reuniones hay que ser capaz de trabajar de forma creativa con plazos estrictos y garantizar la exactitud y la coherencia. Debemos estar muy al tanto de las noticias, entender los asuntos internacionales y tener excelentes dotes de investigación.

¿Qué parte de tu trabajo te resulta más interesante y por qué?

Dado que en el Servicio de Actas Literales traduccimos los discursos oficiales pronunciados en las sesiones del Consejo de Seguridad y la Asamblea General, así como en las reuniones de otros órganos importantes, siempre vemos los temas más destacados y las cuestiones más candentes. Hasta se podría decir que somos testigos de la historia, porque producimos actas de reuniones en las que se aprueban importantes resoluciones y se toman decisiones vitales. También hacemos una gran contribución preservando la memoria institucional de las Naciones Unidas: gracias a las actas, cualquiera puede leer lo que se dijo sobre cada tema concreto en cualquier reunión que haya cubierto nuestro Servicio desde 1946, año en que se creó. En este mundo nuestro, que cambia constantemente y a menudo se caracteriza por la turbulencia geopolítica, el idioma une a la gente y, al hacer traducciones exactas e imparciales de las actas de los órganos principales de las Naciones Unidas, servimos a quienes tratan de que el mundo mejore, lo que resulta muy gratificante.

¿Qué dificultades encuentras a diario en tu trabajo y cómo las resuelves?

En el Servicio de Actas Literales trabajamos con plazos bastante ajustados, sobre todo en las actas de las sesiones del Consejo de Seguridad, que deben publicarse a la mañana siguiente. Por eso tenemos que lidiar con los discursos, que ya son un reto de por sí, en un plazo breve y, al mismo tiempo, entregar un producto de calidad. Otra parte importante y difícil de nuestro trabajo es transmitir no solo lo que se dijo, sino también cómo se dijo, encontrando las palabras más adecuadas y reflejando las intenciones y emociones de los oradores. El discurso traducido debe leerse con fluidez y sonar como si se hubiera escrito  inicialmente en tu lengua materna. Además, en las Naciones Unidas utilizamos una terminología específica y tratamos una amplia gama de temas, que van desde la no proliferación y el desarme hasta los derechos humanos, el cambio climático, el desarrollo sostenible y la paz y la seguridad. A veces, puede que en un solo día  trabajes con discursos de hasta cuatro reuniones, cada una dedicada a un tema distinto, y tengas que cambiar de enfoque rápidamente. Así y todo, las dificultades siempre son una buena oportunidad para colaborar con colegas que tienen muchísima preparación y siempre se ofrecen a dar consejos y analizar contigo los escollos y los términos o frases complicados.

¿Cuál es la anécdota que mejor recuerdas de tu trabajo?

Uno de los momentos más memorables relacionados con mi trabajo fue cuando en septiembre de 2015, tuve la suerte de estar aquí durante el 70º aniversario de las Naciones Unidas y no solo presenciar un evento tan trascendental, sino que también me encargaran traducir los discursos de los dirigentes mundiales que se reunieron en Nueva York para hablar a la comunidad internacional y tocar temas de importancia global.

¿Tienes algún consejo para los profesionales lingüísticos que están dando sus primeros pasos o alguna sugerencia sobre cómo preparar el concurso para puestos lingüísticos?

Ante todo, quienes tengan interés por trabajar en el Servicio de Actas Literales deben poseer un excelente dominio tanto de su lengua materna como de sus lenguas extranjeras, pero también perfeccionar su redacción, enriquecer y ampliar su vocabulario en varios campos y leer literatura de calidad, diarios de prestigio y otras fuentes de noticias. Además, les aconsejaría estar siempre al tanto de lo que pasa en el mundo y en las Naciones Unidas, familiarizarse con el trabajo de la Organización y su terminología y, casi lo más importante, tener fe en sí mismos y en su capacidad. ¡Asi se supera cualquier desafío!

Anna
       
 

Nombre: 

 

Anna

 

Nacionalidad: 

 

Rusa

 

Puesto: 

 

Revisora del Servicio de Actas Literales

 

Idiomas de trabajo: 

 

Español, inglés y ruso (idioma principal)